Algunos políticos griegos se plantean volver al dracma mientras crece el descontento

Grecia comienza una 'guerra de nervios' amenazando con que puede volver al dracma, mientras que en las ciudades griegas siguen creciendo las voces de protesta popular contra las medidas de ahorro y las privatizaciones del Gobierno de Yorgos Papandreu.

Grecia comienza una 'guerra de nervios' amenazando con que puede volver al dracma, mientras que en las ciudades griegas siguen creciendo las voces de protesta popular contra las medidas de ahorro y las privatizaciones del Gobierno de Yorgos Papandreu.

Los rumores sobre que Grecia podría ser excluida de la eurozona y volver a la antigua dracma, su moneda nacional antes de la incorporación de Grecia al euro, han cambiado hoy la dinámica de la bolsa de divisas, aumentando las cotizaciones del euro.

La comisaria europea, responsable de Pesca y de Política Marítima, la griega Maria Damanaki, ha recomendado al Gobierno griego "el camino correcto y el único" para salir del bache y para sobrevivir: que el Ejecutivo tome "medidas duras" y negocie con sus acreedores, o tendrá que volver a su antigua divisa, el dracma. "O acordamos un programa de duros sacrificios con nuestros prestamistas... o volvemos al dracma", manifestó la comisaria de Pesca en la entrevista a una agencia griega.

"Que Grecia se distancie del euro está ahora sobre la mesa", declaró la política europea, elegida por el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) para el cargo. Pero añadió que la integración de Grecia a la eurozona ha sido "el mayor logro" del país desde la posguerra.

Damanaki ha sido el primer responsable político de alto nivel que ha evocado públicamente la posibilidad de que Grecia vuelva al dracma.

Por su parte, el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha reiterado que las instituciones europeas harán todo lo necesario para impedir el abandono de Grecia de la eurozona y su vuelta al dracma como consecuencia del agravamiento de su deuda.

Al inicio de la cumbre del G8 en Deauville, Van Rompuy expresó su confianza en que Grecia "adoptará todas las medidas necesarias, emprenderá todas las reformas necesarias, para que los objetivos presupuestarios pactados se cumplan".

"Por lo que se refiere a la reestructuración de la deuda, haremos todo lo necesario para que no haya quiebra o evento de crédito. Haremos todo lo necesario para mantener la estabilidad financiera de la eurozona", declaró Van Rompuy.

Además, la portavoz europea de Asuntos Económicos, Amelia Torres, aclaró que no hay ningún tipo de discusión ni en la Comisión, ni en el Eurogrupo que contemple la vuelta de Grecia al dracma y que la declaración de Damanaki era para convencer a sus conciudadanos de la necesidad de proseguir con las reformas y con los ajustes fiscales del Gobierno de Papandreu.

Según opinan algunos expertos, las declaraciones de algunos políticos sobre la vuelta al dracma son simplemente especulaciones para imponer al Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE), y el Banco Central Europeo (BCE) que continúen dando ayuda externa a Grecia.

Los griegos convocados por Facebook se manifiestan con cacerolas

Mientras los políticos discuten el problema de la deuda estatal griega, los habitantes de la República Helénica salieron a las calles armados con sartenes y cacerolas. En Atenas, Salónica y otras ciudades se llevaron a cabo manifestaciones que reunieron a miles de griegos protestando contra el programa de reducción adicional del presupuesto y el paquete de privatizaciones multimillonarias.

En la capital griega, en la Plaza Sintagma ante el Parlamento, se reunieron más de diez mil personas, en su mayoría jóvenes, que llamaron a su acción de protesta 'Indignados en Sintagma'. "¡Basta es basta! Ha llegado el momento de luchar contra todos aquellos que nos han conducido a esta situación", dijo un joven 'indignado'.

Es la primera vez que una iniciativa apartidista convocada en internet, a través de la red social Facebook, reúne tantas manifestaciones masivas después de que la crisis económica haya llevado a Grecia al borde de la quiebra.

Entretanto, la protesta se produjo tras la llegada a Atenas de un equipo de expertos de la UE y el FMI para examinar el nuevo programa de privatizaciones y medidas de austeridad con el que Grecia pretende reducir su déficit y evitar la quiebra.