La compañía paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) acusa a 11 empresas de EE. UU. de colaborar con grupos criminales. Asegura que estas empresas compran combustible robado a Pemex por los delincuentes, que, además de esta actividad ilegal, están involucrados en la venta de drogas. La demanda de Pemex ya fue enviada a la corte de Texas.
La unidad de Explotación y Producción de la empresa mexicana estimó el precio del combustible, comprado por los norteamericanos, en 300 millones de dólares, añadiendo que este esquema del crimen organizado, de hecho, apoya a los cárteles mexicanos.
"Los acusados han participado y sacado provecho -con o sin conocimiento- en el tráfico en Estados Unidos de combustible robado, y por lo tanto han incentivado o facilitado a los grupos del crimen organizado mexicanos el robar el combustible", cita la demanda.
Entre las empresas mencionadas están Plains All American Pipeline LP, SemCrude y Western Refining. El nombre del resto de compañías que estarían involucradas por el momento no ha trascendido.
El profesor de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Víctor Manuel Quintana, en declaraciones a RT opinó que EE. UU. se beneficia de una manera importante tras esta colaboración criminal, y añadió que el proceso de compra del combustible robado cuenta con la participación de los funcionarios aduaneros de ambos países.
“No solamente son las empresas, sino hay autoridades del lado mexicano y del lado norteamericano que permiten que grandes cantidades del combustible robado pasen para allá. No es fácil pasar un camión tanque con combustible robado. Indudablemente la aduana mexicana y US Customs administration (la administración de la Aduana de EE. UU.) también están involucradas”.