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El trabajo doméstico estará protegido por un convenio internacional

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Los delegados de la 100.ª Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra han aprobado, tras varios días de debates, el Convenio sobre el Trabajo Digno para Trabajadoras y Trabajadores Domésticos. Así por primera vez se adoptan a nivel mundial unas normas laborales fijas

Los delegados de la 100.ª Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra han aprobado, tras varios días de debates, el Convenio sobre el Trabajo Digno para Trabajadoras y Trabajadores Domésticos. Así por primera vez se adoptan a nivel mundial unas normas laborales fijas para proteger a decenas de millones de personas que encuentran en sus propias casas distintas formas de empleo.

El Convenio es un tratado internacional vinculante para los estados miembros que lo ratifiquen. Sus normas establecen que las mujeres y los hombres que se ocupan de sus familias y sus hogares podrán tener los mismos derechos básicos que otros trabajadores, incluyendo horarios de trabajo razonables, descanso semanal de al menos 24 horas consecutivas y un mínimo de pagos en especie. A partir de ahora podrán reclamar información clara sobre los términos y las condiciones de empleo, así como el respeto a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, tales como la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva.

El artículo 1 del documento recién aprobado explica que “la expresión ‘trabajo doméstico’ designa el trabajo realizado en un hogar u hogares”. Se reafirma en el convenio que “continúa siendo infravalorado e invisible”. Alrededor del 83% de los que se ocupan de ello son mujeres o niñas, muchas de las cuales son inmigrantes o forman parte de comunidades desfavorecidas.

De acuerdo con estimaciones recientes de la OIT basadas en estudios o censos nacionales de 117 países, el número de trabajadoras y trabajadores domésticos en el mundo es de al menos 53 millones. Pero los mismos expertos consideran que debido a que este tipo de trabajo se realiza a menudo de forma sumergida y sin registros, el total real podría ser de 100 millones de personas. En los países en desarrollo este sector representa entre el 4% y el 12% del empleo asalariado.

“Por primera vez llevamos el sistema de normas de la protección del trabajo a la economía informal y este es un acontecimiento de gran importancia”, apreció el director general de la OIT, Juan Somavia, después de que se anunciaran los resultados de la votación. “Se ha hecho historia”, añadió. Los 396 votos a favor, 16 votos en contra y 63 abstenciones atestiguaban que muchos de los representantes de los empleadores también apoyaron la iniciativa.

Un día antes de esta resolución definitiva participó en la conferencia el primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, quien abordó el tema de la dignidad del trabajo. A su juicio, “es necesario reconsiderar las evaluaciones fundamentales y el papel del trabajo”. “En el siglo XXI —dijo Putin— el trabajo del hombre ya no puede percibirse como un mero factor productivo mecánico, como un instrumento despersonalizado de los índices económicos”.

Putin agradeció la aportación de la Organización Internacional del Trabajo en la creación de unas nuevas perspectivas para el trabajador. “La eficiencia de la OIT se basa mucho en su formato tripartito único —dijo el primer ministro ruso—, en el cual los gobiernos, los empleadores y los sindicatos tienen la misma capacidad de hacerse oír en la toma de decisiones”.

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