La crisis está que muerde: ¿se avecina un Apocalipsis financiero?
En Estados Unidos el índice Dow Jones Industrial Average ha caído más de 510 puntos, el peor resultado desde 2008. En Europa tampoco la situación es estable. ¿A dónde nos lleva esta tempestad económica? ¿Estamos ante un reajuste o ante una nueva recesión?
La venta de valores en todo el mundo ha adquirido un carácter explosivo: el Dow Jones cayó un 4,31%, y el Nasdaq un 5%. Las monedas latinoamericanas también experimentaron fuertes caídas respecto al dólar. El peso mexicano, por ejemplo, tocó su mínimo en los últimos cuatro meses. La mayor bolsa brasileña Bovespa experimentó la bajada más grande desde 2008.
Los inversores venden sus activos, ya que los indicadores muestran una dinámica negativa de los sistemas económicos de diversos países. Se trata de la desaceleración económica mundial que está arraigando en EE. UU., Reino Unido, Europa y Japón, que representan en total más del 40% del PIB mundial.
La crisis de deuda en España e Italia, la ralentización de la recuperación de economía, la reducción de producción industrial y la disminución del consumo en EE. UU. desatan los temores a que se produzca una nueva recaída.
Los analistas de Asset Management Ltd. destacan que existe un miedo cerval que conducirá a un colapso. “Se preveía que la decisión sobre el levantamiento del tope de la deuda nacional de EE. UU. haría la vida más fácil, pero parece que todo el mundo se olvidó de la debilidad de la economía estadounidense en su conjunto”, concluyeron los expertos.
En este contexto,los datos de empleo del Departamento de Trabajo serán cruciales. Si conllevan una nueva decepción, el mercado caerá de forma aún más precipitada.
Lo que está claro, según analistas citados por diversas fuentes, es que en los mercados se observa una situación de alarma como la de agosto de 2007, cuando comenzó a cobrar impulso la crisis crediticia global. Como resultado de aquellos acontecimientos cundió la idea de que el sistema financiero pendía de un hilo, sensación de la que resulta difícil desprenderse hasta ahora.
“Quizás para las economías periféricas de la eurozona se trata de la continuación de la crisis, de la recesión. Sus sectores reales no han conseguido recuperarse, no han sido capaces de hacer las reformas estructurales que necesitábamos y esto ha planteado dudas muy serias sobre la viabilidad del euro”, comentó a RT el profesor de economía Javier Díaz Jiménez.