La compañía estadounidense Mattel, que produce los muñecos Barbie y Ken, ha sido condenada por espionaje industrial.
Los cargos de la acusación, la compañía MGA, creadora de la muñeca Bratz, se basan en que bajo la dirección de la firma durante los últimos 15 años colaboradores de Mattel investigaron los secretos de las compañías competidoras. Los espías actuaban bajo nombres inventados y se dedicaban al robo de ideas, descubrir secretos comerciales, explorar la política de precios y las estrategias de márquetin y recoger material gráfico de juguetes de MGA durante exposiciones y ferias.
La dirección de la compañía Mattel no está de acuerdo con las acusaciones de espionaje industrial. Sus representantes declararon que de esa manera MGA simplemente intenta distraer la atención de su propia estafa. Los directivos de Barbie afirman que MGA contrató a 8 ex empleados que al dejar su antiguo puesto se llevaron consigo documentos secretos.
Anteriormente Mattel había acusado a su competidor de los mismos delitos. En aquella época el creador de la muñeca Bratz, Bryant Carter, trabajaba en esta compañía pero vendió su invento a MGA. A pesar de todo, el tribunal decretó que la idea de los juguetes pertenece a Mattel. En opinión de los directivos de MGA, Carter creó las nuevas muñecas en un período en el que no trabajaba para la compañía (el intervalo entre su despido y reincorporación).
Conforme a la decisión del tribunal, Mattel tiene que pagar una compensación económica de 172 milliones de dólares a compañía MGA y 137 milliones de dólares a su director Aizek Larian.