Italia ha adoptado medidas adicionales de austeridad, respondiendo a la demanda del Banco Central Europeo, con las que pretende ahorrar casi 65.000 millones de dólares entre 2012 y 2013.
El paquete de medidas, anunciadas este viernes por el primer ministro Silvio Berlusconi para tratar de frenar la crisis financiera, incluye subidas de impuestos y recortes en los gastos públicos.
Las medidas suponen un impuesto adicional del 5% sobre los ingresos superiores a 90.000 euros y del 10% sobre los ingresos superiores a 150.000 euros anuales, así como un incremento del 12,5 al 20% del impuesto sobre los rendimientos financieros, salvo los relacionados con los títulos del Estado.
El objetivo del plan presentado por el ministro italiano de Economía, Giulio Tremonti, a la Comisión de Cuentas del Parlamento italiano es lograr el déficit cero en el presupuesto estatal.
Asimismo el ejecutivo italiano baraja recortes salariales para los empleados públicos y la elevación de la edad de jubilación de las mujeres en el sector privado desde el 2016, en vez del 2020, que era lo que estaba previsto.
Las especulaciones con las cifras ya comienzan, el nuevo recorte suprimirá, 36 provincias, 1.500 ayuntamientos y 50.000 cargos públicos, según han adelantado algunos medios italianos. El Parlamento debe aprobar el plan gubernamental en el plazo de los próximos 60 días.