Rusia y Turquía han firmado un acuerdo para la construcción de una refinería como parte del proyecto del oleoducto Samsun-Ceyhan, según ha anunciado el ministro de Energía ruso, Serguei Shmatkó.
En la conferencia internacional del petróleo, celebrada en Moscú, Serguéi Shmatkó dijo que los acuerdos con Turquía se dieron con “un gran ímpetu y optimismo en general”.
"Las negociaciones con Turquía nos inspiran ya que varios documentos del Samsun-Ceyhan fueron aprobados. Queremos construir una refinería en un lugar donde podamos obtener conjuntamente los derivados del petróleo," aseguró Shmatkó.
Los analistas creen que la ubicación de la refinería en Turquía permitirá que Rusia exporte más derivados de petróleo a Europa.
"Hicimos un buen trabajo al analizar las reservas de petróleo en la región y llegamos a la conclusión de que el oleoducto Samsun-Ceyhan es la mejor alternativa para transportar el petróleo," concluyó Shmatkó.
Según el ministro, Rusia espera desarrollar la planta basándose en contratos a largo plazo para así evitar la variabilidad en el mercado de los productos derivados del petróleo.
El proyecto, que se ejecutará con 2.500 millones de dólares y una longitud de 550 kilómetros de tubería, unirá Samsun en la costa del Mar Negro de Turquía y el puerto mediterráneo de Ceyhan. Tendrá una capacidad de transporte de un millón de barriles al día. Esto permitirá reducir la congestión en el estrecho de Bósforo, y proporcionará una salida al petróleo de Kazakstán.
El acuerdo entra en el memorándum de comprensión, firmado por Rusia, Italia y Turquía el 19 de octubre, y la unión de Rusia al proyecto ha permitido que se dé inicio a la construcción.