El Senado de Estados Unidos votará el lunes a favor de una ley que pretende castigar a China por lo que muchos califican de "manipulación de la moneda nacional". Los legisladores amenazan con penalizar las exportaciones chinas en represalia por la devaluación deliberada del yuan, cuyo bajo valor está distorsionando los flujos comerciales y monopoliza las relaciones de EE. UU. con el gigante asiático.
De aprobarse esta ley, las empresas estadounidenses podrían solicitar la imposición de tasas aduaneras complementarias a los productos chinos, que generan un desequilibrio en el mercado por sus precios artificialmente bajos. La medida frenaría la llegada de productos desde China al mercado estadounidense.
EE. UU. y la Unión Europea desde hace años reclaman una mayor flexibilidad del yuan, para que las exportaciones chinas compitan en el mercado internacional en igualdad de condiciones que el resto de países. El presidente estadounidense Barack Obama ha reiterado en varias ocasiones que la divisa China debe estar basada en el mercado.
A pesar de que la moneda china se apreció un 20% frente al dólar desde que Pekín eliminó el cambio fijo en 2005, Washington y Bruselas insisten en una mayor liberalización.
Por su parte, China defiende sus políticas de divisas para que sus ventas al exterior, que crean decenas de millones de puestos de empleo en el este y el sur del país, no caigan en picado.