La bebida energética de la compañía suiza Vinista desaparecerá del mercado europeo apenas dos años después de comenzar su producción. Pero el motivo no es una bajada en las ventas o un cambio en el sabor, sino un tema legal. El famoso ingeniero militar ruso, Mijaíl Kaláshnikov, inventor del emblemático fusil de asalto del mismo nombre, ganó un juicio contra la empresa suiza por vender su bebida haciendo uso de la marca homónima.
A los empresarios no les salvó la excusa de haber reemplazado un par de letras en la marca registrada por el constructor de fusiles, reconocida mundialmente. Antes de lanzar la producción, lograron registrar una marca: ‘Kalaschnikow’. Durante la querella sostuvieron que muchos Kaláshnikov andaban por las calles europeas. Sin embargo, el diseño no dejaba dudas: se trataba del auténtico Mijaíl Kaláshnikov y no de un imaginario inmigrante ruso con el apellido un poco retocado.
Las estrellas rojas, el contorno de un techumbre piramidal típicamente ruso y una letra “O” dibujada como una mira adornaban cada lata de la energizante. A la explotación de la imagen patentada se sumaba también el uso de las imágenes del Teatro del Ejército Soviético y otros símbolos de época de posguerra, además de unos cartuchos de munición en los sitios web promocionales.
Un tribunal de París dio razón al inventor de los fusiles AK 47 y AK 74, de edad muy avanzada —tiene 91 años— en una sentencia que se acaba de hacer pública. El juez encontró justificada la queja y ordenó a Vinista cesar inmediatamente la fabricación del producto bajo la denominación apropiada ilegalmente. Además obligó la empresa a pagar un resarcimiento de 10.000 euros por año. Con otros 3.000 euros los fabricantes deberán pagas las costas judiciales.
Durante el proceso se dio a conocer que desde el lanzamiento del producto la compañía suiza logró vender más de 100 millones de latas. Con fines promocionales inauguró en Berlín una sala de degustación, en la que se podía saborear otros de sus productos: la cerveza ‘Octubre Rojo’ y el vodka ‘Partisan’. Es más, contaba hasta con unos grupos de fans de la bebida energética tanto en Alemania como en Eslovaquia.