El Nobel de Economía 2011 es para los estadounidenses Thomas J. Sargent, investigador del Instituto Hoover de la Guerra, Revolución y Paz de la Universidad de Stanford, y Christopher A. Sims, profesor de la Universidad de Nueva York, quien integra también el claustro de la Universidad de Princeton.
La Real Academia Sueca de las Ciencias reconoció su contribución a la investigación en el aérea de las "expectativas" y destacó el desarrollo de métodos para estudiar las causas de los fenómenos sociales con "herramientas que se han convertido en nodales para los estudios macroeconómicos prácticos".
"La política afecta a la economía, pero la economía también afecta a la política", destacó la Academia al conceder el prestigioso galardón. Los métodos elaborados por Sargent y Sims se basan en "la relación causal entre la política económica y las diferentes variables macroeconómicas, tales como el Producto Interno Bruto (PIB), la inflación, el empleo y las inversiones".
A su juicio, los galardonados explican “el papel que juegan las expectativas para dejarnos entender de qué forma el PIB o la inflación se ven afectados por un incremento temporal de las tasas de interés o por la reducción de impuestos o qué sucede si un gobierno modifica sus objetivos de equilibrio presupuestario". Sus estudios permiten “determinar los efectos tanto de las medidas políticas inesperadas como de los cambios políticos sistémicos".
El premio que los científicos recibirán "por sus investigaciones empíricas sobre causa y efecto en la macroeconomía" es de 10 millones de coronas suecas, lo que equivale a 1,1 millones de euros. Será entregado el 10 de diciembre, en el aniversario de la muerte de Alfred Nobel, en la tradicional ceremonia en Estocolmo.
El Premio en Ciencias Económicas del Banco de Suecia se otorga en memoria de Alfred Nobel pero no es parte de su testamento original. Fue establecido en 1968 por dicho banco y el primero de esos galardones fue concedido en 1969.