Al menos mil millones de dólares es lo que han pagado hasta el momento los contribuyentes de EE. UU. desde septiembre de 2011 hasta ahora por la operación militar en Libia que condujo a la muerte de Muammar Gaddafi, según el Ministerio de Defensa norteamericano.
Junto a otros muchos líderes mundiales, los dirigentes estadounidenses también se felicitaron por el fallecimiento del coronel Gaddafi, asesinado el 20 de octubre. Pero de momento no se han hecho referencias al costo de su participación en la guerra libia.
“Sin que ningún soldado estadounidense pisara suelo libio, hemos conseguido nuestros objetivos y la misión de la OTAN en Libia pronto llegará a su fin”, dijo el presidente de EE. UU., Barack Obama, tras confirmarse la muerte de Gaddafi.
Pero aún así, los costos de los ataques y bombardeos aéreos y el despliegue de la Marina de la OTAN y de EE. UU. en particular han sido impresionantes. Según algunos cálculos, tan sólo la primera semana de la operación le costó a EE. UU. 500 millones de dólares.
Numerosos expertos cuestionan la capacidad del país norteamericano de afrontar semejante gasto militar en un difícil momento de crisis presupuestaria, teniendo en cuenta que con la guerra de Afganistán e Irak el volumen total de dinero invertido en estas acciones superaría el billón de dólares.
Aunque la OTAN nunca dijo que su objetivo en Libia fuera capturar o matar a Gaddafi, sus aviones también participaron en la búsqueda. Sólo un día antes de la muerte del coronel, las fuerzas de la OTAN llevaron a cabo 67 vuelos y 16 ataques.
Aún no se han publicado las cifras exactas de lo que ha gastado cada país involucrado en la operación, pero de los fondos comunes de la OTAN se usaron unos 8,5 millones de dólares mensuales.