El fabricante estadounidense de automóviles, General Motors (GM), anunció la decisión de mantener el control de Opel, la sección alemana del gigante automotor, y no venderla al consorcio ruso-canadiense Magna-Sberbank.
Según el consejero delegado de GM, Fritz Henderson, la mejora de la situación económica en Europa y la estabilidad financiera del fabricante fueron las causas principales para la toma de esta decisión. Últimamente, la situación financiera en GM “se ha fortalecido”. Según esto los jefes de la empresa estadounidense planean reorganizar sus secciones europeas, dijo Henderson.
Henderson quiere presentar al Gobierno de Alemania su plan industrial de reorganización de Opel y espera que las autoridades alemanas “lo examinen con buena voluntad”. Según datos previos, la reestructuración de la fábrica alemana se estima en 3 mil millones de euros. Sin embargo, indicó que “es más barato en comparación con las propuestas de otras empresas”.
La decisión de la compañía norteamericana fue sometida a una crítica radical en Alemania y el Gobierno del país la calificó como “inadmisible”. El ministro alemán de Economía, Rainer Bruederle, declaró:"Las acciones de GM respecto a Alemania son completamente inadmisibles". El fabricante es responsable de esta situación, según opinión del funcionario.
Por su parte, los trabajadores de cuatro fábricas de Opel situadas en Alemania han anunciado que convocarán huelgas desde este jueves. Klaus Franz, presidente del comité de la empresa de Opel europeo prometió: “Las protestas comenzarán en Alemania y los efectos se harán extensivos en Europa”. Según Franz, los obreros protestarán contra el cierre de algunas fábricas y contra los despidos.
Las autoridades rusas también expresaron su posición. El rechazo de General Motors provocó sorpresa en el Gobierno ruso, dijo Dmitri Peskóv, el asistente del primer ministro ruso Vladimir Putin. “Anteriormente, GM entregó el control de su división europea a la planta Figueruelas que casi aprobó este convenio y otras medidas que se encontraban bajo su competencia. En este sentido, causó mucha extrañeza la decisión anunciada por el Consejo de Administración de GM”.
Al mismo tiempo, el viceprimer ministro ruso, Aleksandr Zhukov, señaló que percibe de forma tranquila este paso de la compañía norteamericana. Para el Gobierno ruso lo principal es desarrollar la industria automotora nacional, subrayó.
Este año General Motors terminó su reestructuración utilizando más de 50 mil millones de dólares que fueron recibidos del Gobierno de los Estados Unidos a crédito. Actualmente, esta medida permite a la Casa Blanca controlar el 60% de las acciones de la compañía.
En un principio la mayoría de los 13 miembros del directorio aprobaron el plan de venta de Opel al consorcio ruso-canadiense. Éste se ajustaba a las exigencias del Gobierno alemán que aprobó el programa anticrisis ofrecido por Magna y sus socios rusos. Este plan les permitía recibir 55% de las acciones, mientras que GM mantendría un 35%.