El presidente francés, Nicolas Sarkozy, le demandó al premier británico, David Cameron, en forma enérgica, que no se meta en los asuntos de la zona del euro.
"Usted ha desperdiciado una buena ocasión de callarse”, le dijo Sarkozy durante la cumbre de la UE, dedicada a la crisis de la deuda, que terminó este domingo en Bruselas. “Estamos cansados de oírle criticarnos y de que nos diga lo que tenemos que hacer", agregó.
En esta manera de expresarse desembocó el descontento de los estados de la Unión Europea que no comparten la moneda única, por la intención de los 17 “compañeros del euro” de tomar decisiones sin consultarlos.
Así, por ejemplo, la cumbre del domingo tendrá una segunda parte, programada para este miércoles y reservada únicamente a los países integrantes de la zona euro. Esta situación fue cuestionada por el premier británico, quien recalcó: “La crisis de la zona euro afecta a todas nuestras economías, incluyendo la de Gran Bretaña."
"Responde a los intereses de Gran Bretaña que los países de la zona del euro solucionen sus problemas. Pero esto se vuelve peligroso- y lo he hablado francamente con ellos- si sólo ellos toman decisiones vitales para los otros países del mercado único, como las decisiones sobre los servicios financieros", explicó Cameron y demandó que se convoque en Bruselas una reunión que agrupe a los 27 socios de la UE.
Cameron no está solo en su 'lucha'. Su mensaje también ha sido respaldado por otros gobernantes de estados 'marginados' de la 'eurocumbre' y por el propio presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, preocupado por una eventual escisión dentro de la Unión Europea.
"No debería existir ninguna separación entre la zona euro y el resto de la Unión Europea”, dijo.