Vivir a lo príncipe, aun en tiempos de crisis
Nadie puede prohibir gozar la vida y hacerlo con belleza. Esto se confirma por el hecho de que pese a la crisis financiera, el mercado global de bienes de lujo progresa a ritmos frenéticos.
La consultora estadounidense Bain & Co señala que el segmento de lujo no sólo se recuperó de la recesión, sino que alcanzó sus máximos históricos en volumen de ventas: en 2010 se batió el anterior récord de 2007 y se prevé que en 2011 los bienes de lujo tomen nueva altura con un aumento de las ventas de un 10%.
El crecimiento se observa en todos los sectores, pero sobre todo aumentó la demanda de relojes y joyas. La ropa, a pesar de haber registrado una subida modesta, sigue siendo el rubro que acapara el mayor volumen de ventas.
En términos del consumo de artículos de lujo Moscú casi alcanzó a Milán, una de las ciudades de moda. En general, Rusia se ubica en el puesto número 11 al situarse detrás de Hong Kong. Los tres primeros puestos del ranking los ocupan EE. UU., Japón e Italia.
Se prevé que el mercado de bienes de lujo crezca en el futuro cercano gracias a China y otros países de la zona. En 2010 el gigante asiático abrió casi la misma cantidad de nuevas tiendas de lujo que EE. UU. o Europa. Esas boutiques se ubican no sólo en la capital, sino también en las llamadas ciudades del segundo y tercer nivel.
En el año 2011, teniendo en cuenta el promedio de gastos en el país y en el extranjero, los habitantes de China consumirán el 20% del mercado de lujo global. Alrededor de la mitad de las compras en París y Milán ya las hacen los turistas chinos.
Brasil y México también tienen un gran futuro en términos del consumo de artículos de lujo.