Japón se sume en un mar de deudas

Japón, la tercera economía del mundo, experimenta graves problemas económicos agravados por las consecuencias del terremoto del 11 de marzo. El Gobierno tiene que buscar recursos para cubrir su gigantesca deuda pública, que excede dos veces el PIB de Japón.

Japón, la tercera economía del mundo, experimenta graves problemas económicos agravados por las consecuencias del terremoto del 11 de marzo. El Gobierno tiene que buscar recursos para cubrir su gigantesca deuda pública, que excede dos veces el PIB de Japón.

Japón sigue la pista de EE.UU.

El volumen de préstamos del Gobierno de Japón en el año fiscal que termina en marzo de 2012, podría llegar a ser de un mil billones de yenes (unos 13 billones de dólares), de acuerdo con el Ministerio de Finanzas japonés. Una cifra que supera el PIB del conjunto de la zona euro.

La deuda total de Japón es la segunda más grande del mundo, ligeramente por debajo de la de EE.UU. (de unos 15 billones de dólares).

La carga de deuda de Japón sigue creciendo, ya que las autoridades japonesas tienen que vender bonos para recaudar fondos que se destinan a la reconstrucción de infraestructura tras los desastres naturales del pasado marzo. Además, el Gobierno se vio obligado a ayudar a la empresa TEPCO a pagar una indemnización por los daños causados por el accidente de la central nuclear Fukushima-1.

Otro agravante de la situación es que Japón liquida su deuda pública incluso en la moneda nacional. Por lo tanto, el costoso yen aumenta la carga del presupuesto japonés.

Los inversores nacionales montan guardia en el presupuesto

Al mismo tiempo, los expertos sostienen que la crisis de deuda en Japón es fundamentalmente diferente a la de otros países: más del 90% de la deuda está en manos de inversores nacionales que ya están acostumbrados a refinanciar su Gobierno, incluso en condiciones próximas a las tasas de interés cero.

Además, los inversores japoneses no se guían por las calificaciones de Moody's, S&P o Fitch, sino que atienden a los índices de la agencia de calificación crediticia de Japón, Japan Credit Rating Agency, según los cuales la calificación crediticia soberana de Japón es de tipo AAA. Por lo tanto, según este índice, no existe riesgo de deterioro repentino y dramático en la tercera economía mundial, aunque todo el mundo entiende que esta pirámide de deuda se derrumbará tarde o temprano, afirman los analistas de Arbat Capital.

El aumento de la inflación podría convertirse en otro detonante de su colapso. Si en el mundo se produjera un embate de la inflación a causa de la enorme cantidad de dólares, euros, libras y francos impresos, Japón tendría que pagar más por sus bonos, lo que impactaría negativamente su presupuesto.

Salir de la ruina cuesta caro

El primer ministro japonés, Yosihiko Noda, ha dicho que las finanzas públicas del país se encuentran en "estado grave", lo que exige un incremento de los impuestos para costear la reconstrucción del país.

Los daños causados por el terremoto de marzo, según datos recientes, se estiman en unos 211.000 millones de dólares. La cifra no incluye los daños causados por el accidente en la central de Fukushima-1. Estos costos han acentuado los efectos negativos de la crisis financiera mundial de los que el país aún no se ha recuperado.

Las agencias Moody's y Standard & Poor's ya rebajaron el ranking de la solvencia crediticia de Japón debido a la falta de planes reales para reducir su carga de deuda.