El primer ministro griego, Lucas Papademos, aseguró que el nuevo Gobierno proporcionará a la eurozona todas las garantías para el cumplimiento de sus compromisos a cambio de un continuado rescate financiero.
Así lo dijo el político tras encontrarse en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea y el comisario comunitario para Asuntos Económicos y Monetarios. Papademos también aseguró que los partidos griegos apoyan las reformas, ya que le dieron su voto de confianza, al igual que los ciudadanos de su país.
Sin embargo, en Atenas unos 200 trabajadores de la siderurgia se manifestaron delante del edificio del Parlamento en protesta contra los despidos y la propuesta de reducir los salarios como parte de las medidas de austeridad. Tampoco está a favor de los severos recortes el líder del partido conservador Nueva Democracia, Antonis Samaras. Se niega a certificar por escrito el compromiso de que cumplirá con el plan de la eurozona.
Requerimientos de la eurozona
La eurozona exige garantías, incluso por escrito, de que las autoridades griegas cumplirán sus compromisos con los acuerdos aprobados en la cumbre del 27 de octubre, que promulgó el segundo rescate a Grecia por 130.000 millones de euros y la condonación de la mitad de la deuda por parte de la banca.
El presidente de la Comisión Europea, en respuesta a la declaración de Papademos, se expresó "muy confiado" en que Grecia garantizará a sus socios de la eurozona lo exigido a cambio de proseguir con el rescate.
Las promesas de Papademos
Por su parte, el nuevo primer ministro ha prometido reducir el déficit presupuestario a un 9% del Producto Interior Bruto para finales de año (ahora es del 11%) y cerrar la negociación de la participación del sector privado entre otras cuestiones.
Tendrá que hacer frente no solo a los problemas financieros, rescatando al país de la bancarrota, sino también deberá poner en marcha el proceso electoral y contar con el apoyo de una sociedad griega ciertamente descontenta ante esta recesión. Esa misma ciudadanía es la que con sus protestas sociales logró presionar hasta la renuncia del anterior primer ministro griego, Yorgos Papandréu.
Sin embargo, son cada vez más los expertos que aseguran que los días de Grecia en la zona euro están contados.