En todos los países del globo, se encuentren donde se encuentren, reina una total inseguridad ante la creciente amenaza de una nueva ola de la crisis financiera global. El efecto dominó que hace caer una economía europea tras otra convulsiona los mercados. Cada día se 'oscurece' el destino no sólo del euro, sino también del dólar -lastrado por la deuda estatal estadounidense- y del yen, a causa de los efectos aún palpables de la catástrofe de la central japonesa Fukushima 1.
Ante la creciente vulnerabilidad cada país busca sus propios métodos para combatir las posibles amenazas. Y Argentina no es una excepción. Tomando en consideración la experiencia de EE. UU. y de la UE, el gobierno argentino ha colocado en el disparadero a los más ricos, a los que invita a registrarse en una página web para rechazar los subsidios financieros de los que gozan.
De momento se trata sólo de los pagos por los servicios de suministro de gas, electricidad y agua. Argentina es uno de los países donde el estado más invierte en la provisión de estos servicios, derivando a este propósito el 4% de su Producto Interno Bruto (PIB), o lo que es lo mismo, unos 16.000 millones de dólares estadounidenses, según la cifra oficial. Gracias a esa política, los consumidores gozan de las tarifas de energía y de transporte más bajas en la región.
Que paguen más los que más tienen
Durante las primeras horas del funcionamiento del sitio web más de 3000 personas se habían registrado para renunciar voluntariamente a sus beneficios.
La primera en hacerlo fue la promotora de la iniciativa, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Su registro ejemplar en la llamada Nómina Adherentes Renuncia Voluntaria fue seguido por un gran número de los funcionarios del gobierno, celebridades e incluso opositores políticos de la mandataria como Héctor Magnetto, director ejecutivo del grupo multimedia Clarín, el más grande del país y fuertemente enemistado con el Gobierno.
Pero esta medida no es la única. Antes de hacer un llamamiento a los ciudadanos, la mandataria argentina cortó los subsidios para los sectores que –según ella- no los necesitan. Los primeros en dejar de recibir subsidios por el consumo de energía, agua y gas fueron los bancos, las compañías financieras, las aseguradoras, los casinos, los hipódromos, los puertos y aeropuertos, las empresas de telefonía móvil y las compañías mineras. Luego la medida se extendió también a unas 40 entidades de otros sectores, como el de procesamiento de combustibles, aceites de exportación y agroquímicos. Se prevé, además, que el año que viene residentes de las zonas más acaudaladas de Buenos Aires, la capital, dejen automaticamente de recibir facturas subsidiadas.
Según estiman las autoridades, los recortes aplicados proporcionarían un ahorro de más de 1.000 millones de dólares. Por el momento no existen cálculos que permitan anticipar cuánto más podría aportar la iniciativa individual voluntaria de contribuyentes a través de la Nómina.