La nota de calificación de Hungría, 'bono basura' para la agencia Moody's

La agencia de calificación estadounidense Moody's ha rebajado este viernes la nota de solvencia de Hungría a un nivel de 'bono basura' con perspectiva negativa. Mientras tanto, Budapest considera que la rebaja de la calificación del país por parte de Moody's es un "ataque especulativo".

La agencia de calificación estadounidense Moody's ha rebajado este viernes la nota de solvencia de Hungría a un nivel de 'bono basura' con perspectiva negativa. Mientras tanto, Budapest considera que la rebaja de la calificación del país por parte de Moody's es un "ataque especulativo".

Otro golpe por la espalda a la Unión Europea

Al día siguiente de que la agencia calificadora de riesgos Fitch rebajara al rango de 'bono basura' (Junk Bond) la nota de la deuda portuguesa, la otra agencia estadounidense, Moody's, hizo lo mismo para otro país europeo, Hungría. Moody's bajó la nota de Hungría un escalón desde BAA3 a BA1, dejándola a nivel de 'bono basura', con perspectiva negativa, con lo que no descarta volver a rebajarla.

En un comunicado la agencia justifica su decisión por el aumento de las dudas sobre "la capacidad del país de alcanzar sus objetivos a medio plazo en la consolidación fiscal y la reducción de la deuda pública". Moody's resalta los "riesgos derivados de la alta deuda pública", del 82% del Producto Interior Bruto (PIB). Sin embargo, el nivel es inferior, por ejemplo, al de países como Italia, que se sitúa en el 120%, o incluso el de los Estados Unidos, que ya supera el 100%.

La Bolsa de Budapest cayó este viernes un 3,06%, pero los analistas financieros húngaros aseguran que la bajada no ha sido mayor porque los mercados ya descontaban la rebaja de la calificación crediticia. Aun así, algunos analistas consideran que aunque Hungría está fuera de la zona euro, sus problemas pueden amenazar la estabilidad financiera de toda la Unión Europea.

¿Rebaja de calificación propiciada por la misma Hungría?

Justo antes de esta rebaja de Moody's Budapest había solicitado una asistencia financiera preventiva a la Comisión Europea (CE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI). Y los analistas consideran que, de ese modo, la misma Hungría 'invitó' a rebajar su nota de solvencia.

Hungría, que hasta ahora descartaba todo tipo de negociación con el FMI, anunció esta semana el inicio de conversaciones con el organismo internacional y con Bruselas sobre un "crédito preventivo" para frenar la caída del valor de su moneda. En las negociaciones con el FMI "buscaremos el préstamo más flexible", afirmó el ministro de Economía húngaro, György Matolcsy, agregando que el país no quiere utilizar el crédito, sino que solo busca "una red de seguridad".

Muchos húngaros tienen hipotecas denominadas en monedas extranjeras, como el franco suizo y el euro, por lo que un forinto (moneda húngara) más débil hace más difícil devolver sus préstamos. La debilidad del forinto también se debe a que las grandes agencias de calificación revisaron a la baja su nota al rebajar a negativa la perspectiva. El forinto ha llegado a devaluarse respecto al euro un 15% en los últimos seis meses.

Budapest: la calificación de Moody's es un "ataque especulativo"

El Gobierno de Hungría ordenó a sus servicios de Inteligencia que investiguen los presuntos ataques especulativos contra su divisa, según anunció el portavoz del Ejecutivo, András Giró-Szász. "El Gobierno utilizará todos los medios posibles para defender su moneda nacional", por lo que investigará quién está detrás de "los posibles ataques especulativos", afirmó.

Por su parte, el ministro de Economía húngaro afirmó que la rebaja de Moody's puede ser parte de un "ataque especulativo" contra el forinto. Matolcsy dijo que "los fundamentos de Hungría no justifican esta medida", y agregó que esta "pudo haber sido parte de una especulación financiera".

En este sentido, Matolcsy respondió que "los fundamentos de Hungría son fuertes, la deuda pública disminuye, crece el empleo y el déficit presupuestario se situará por debajo del 3% en 2012". El ministro asimismo reconoció que el país deberá modificar sus pronósticos de crecimiento para el próximo año, del 2,5% proyectado actualmente hasta un 1%.

El año pasado, Hungría registró una deuda del 81% sobre el PIB. Para este año, se pronostica que descienda al 75%. Pero para el que viene crecería al 76% por una serie de medidas que se consideran poco ortodoxas.