El Parlamento de Grecia ha ratificado el presupuesto para 2012 que consolida la política de austeridad exigida por sus acreedores internacionales a cambio de ayuda para combatir su enorme deuda. La ratificación fue adoptada en medio de los enfrentamientos que la policía y los manifestantes que cuestionan la medida protagonizaron frente al Parlamento heleno.
El objetivo principal del presupuesto de 2012, aprobado por una abrumadora mayoría de la cámara, es lograr reducir el déficit del PIB del 9% que se espera para 2011 al 5,5 % y conseguir así superávit. Para lograrlo, el gasto público se reducirá en 5.000 millones de euros gracias al recorte de los salarios públicos, las pensiones y el presupuesto de Educación.
"La aplicación exitosa de estos presupuestos devolverá la credibilidad internacional al país y creará las condiciones necesarias para rescatar la economía", constató el primer ministro griego Lukás Papademos. "No podemos permitirnos seguir lamentándonos; los objetivos son ambiciosos pero accesibles", agregó.
Papademos subrayó que "el esfuerzo nacional no acaba en 2012 y durará por muchos años", y pidió a los diputados un esfuerzo por mantenerse unidos en torno al Gobierno de coalición.
La crisis financiera global ha afectado a Grecia en mayor medida que al resto de países de la zona euro rebajando su rating crediticio hasta la nota 'CC' con alta probabilidad de quiebra. Asimismo, el país se vio más presionado por parte del FMI y el Banco Central Europeo, ya que su elevado endeudamiento, combinado con la escasa credibilidad, han puesto en riesgo al resto de los miembros del euro.
No hay mal que por… mal no venga
Unas horas antes de que se aprobara el presupuesto la tensión se apoderó del corazón de Atenas, donde varios millares de jóvenes se congregaron para protestar las medidas de austeridad y además recordar la memoria de Alexis Grigorópulos, el joven de quince años asesinado por la policía en 2008.
"Las causas que hace tres años condujeron a la juventud a salir a escena no sólo siguen siendo las mismas sino que, en el contexto de la crisis económica internacional y griega, empeoran constantemente", explicó uno de los activistas.
La marcha, que comenzó de manera pacífica concluyó con fuertes disturbios frente al Parlamento, donde los manifestantes arrojaron piedras y cócteles molotov a las fuerzas de seguridad, que respondieron lanzando gases lacrimógenos.
"Pobreza, desempleo, miseria, represión estatal..." Así describen los jóvenes activistas la situación que atraviesa el país heleno, mientras que con su lema "Si quieres soñar… ¡despierta!" llaman a la rebelión contra un gobierno que consideran integrado por "fascistas y banqueros".