La Organización Mundial del Comercio da la bienvenida a Rusia como nuevo miembro oficial en una ceremonia en Ginebra. La ratificación del ingreso está prevista para el verano de 2012 y será el punto final a muchos años de negociaciones.
Después de 18 años que duró el proceso de adhesión, este viernes, en una reunión ministerial, se aprobó el paquete de documentos sobre la integración definitiva de Rusia.
“No podemos subestimar la importancia de este hecho. La adhesión de Rusia tendrá un efecto positivo en las relaciones comerciales del país con sus socios de la OMC”, subrayó el director general de la organización, Pascal Lamy.
Mientras tanto, EE.UU. no aplicará el acuerdo de incorporación de Rusia a la OMC mientras siga válido la enmienda Jackson-Vanik, que restringe desde la época de la Guerra Fría las relaciones comerciales con Rusia.
En otras palabras, Rusia será igualmente miembro de pleno derecho de la organización, pero EE.UU. quedará al margen de las obligaciones que contraerán el resto de miembros de una vez que sea ratificada la adhesión.
Un sinfín de posibilidades de la OMC
Este anhelado hecho es visto por muchos como una luz al final del túnel que abre la posibilidad de acceder con más facilidad a los mercados exigentes a nivel mundial.
Ahora la economía rusa tendrá que adaptarse a nuevas condiciones. Sin embargo, lo que para unos es una oportunidad para exportar, para otros, como los pequeños empresarios agrícolas, sería el comienzo de un largo y oscuro camino que podría terminar con sus negocios.
"Esperamos que después de la entrada en la OMC, el gobierno siga subvencionando al productor del sector agrícola y no solo con respecto a la producción, sino también con respecto a los temas de comercialización de los productos", indicó Valeri Gachman, presidente del consejo de directores del grupo Altayskie Mélnitsy.
¿Los consumidores salen ganando?
Miles de nuevos artículos entrarán en Rusia, muchos de ellos, más competitivos y auspiciados por gigantescas empresas multinacionales.
Los productos locales comenzarán a competir con otros producidos en diferentes países que llegarán al inmenso mercado ruso con precios más bajos que los actuales. Sin duda alguna, los más beneficiados serán los consumidores que tendrán ahora más opciones para escoger.
"Ahora los rusos modernos ya se dieron cuenta que la simple palabra 'importado' no significa calidad. Y muchos, haciendo compras prefieren que la leche, el queso y otros productos sean rusos", dijo el agricultor Alexánder Bodrov.
El tiempo pondrá los puntos sobre las íes
Según los agricultores, para llevar estos productos más allá de las fronteras rusas hace falta un empuje del gobierno que ya ha mostrado un apoyo total. Pero las empresas podrán beneficiarse de él solo dentro de un tiempo.
"Sin ayuda gubernamental a la exportación ningún exportador podrá sobrevivir en este planeta de una u otra manera", afirmó Gachman.
Aunque es apresurado determinar si es o no beneficioso el ingreso de Rusia, la expectativa reina entre los empresarios, productores y consumidores.
"En general todos están llegando a la misma conclusión, no se puede estimar unívocamente si para Rusia la entrada a la OMC es algo bueno o malo. De todas formas, cada sector, cada empresa tendrá sus momentos positivos y negativos. Todo va a depender de las condiciones concretas y la disposición de cada empresa a trabajar en estas condiciones", considera Vladímir Yákovlev, director de desarrollo de la compañía Altaylés.
En cualquier caso, la entrada de Rusia a la OMC abre toda una serie de oportunidades. Y ya depende de cada una de las partes la posibilidad de inyectar nuevas fuerzas a una economía mundial en mal estado.