La crisis económica que sigue azotando al mundo también se deja notar en los calcetines de los españoles que ya aguardan los regalos de Papá Noel y de los Reyes Magos. La misión de estas navidades pasa por encontrar regalos bonitos, buenos y baratos.
Según estima la Confederación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Madrid, los padres se gastarán este año una media de 65-80 dólares por niño. Un tercio menos que en las navidades de 2007, las últimas antes del estallido de la crisis.
Por esta razón, la estrella de estas festividades son las tiendas de juguetes a bajo precio, una alternativa a los grandes almacenes en tiempos de crisis.
"La gente tiende a no comprar tanto, a ver más, a mirar los precios, a comparar antes de comprar, se tiene un poco de recelo antes de comprar", explica el dependiente Alexander Araujo.
Los artículos que se venden en estos establecimientos fueron lanzados en temporadas pasadas pero aún siguen de moda, aunque también hay espacio para las imitaciones: el año pasado un tercio de los juguetes investigados por la policía resultaron ser falsos.
A este respecto el portavoz de la confederación de consumidores y usuarios, Antonio López, cree que hay que investigar los casos de fraude sólo cuando la marca falsa se venda al mismo precio que el producto original.
"Si la marca falsa se vende a un precio inferior nosotros no le podemos decir al consumidor sinceramente que no lo compre, porque el consumidor lo que quiere en estos momentos es comprar lo más barato posible", agrega López, subrayando que es "un momento muy muy difícil".
La tarea de encontrar un juguete bueno y barato se complica debido al problema añadido de las existencias. Al advertir que el consumo se debilita, el sector del juguete apuesta por la "extrema cautela" entre los distribuidores a la hora de hacer los pedidos, lo que en algunos casos ha provocado problemas de existencias y que algunos productos se agoten.