El sindicato Confederación General del Trabajo (CGT) desconvocó la huelga que podía sumergir a España en un colapso de transporte, especialmente por la casi coincidencia con el paro de los pilotos de Iberia. La CGT tomó esa decisión a última de este jueves, pocas horas antes de iniciarse el paro, a la espera de una reunión con los responsables del Ministerio de Fomento la semana que viene.
Anteriormente las autoridades impusieron a los trabajadores de Renfe garantizar los servicios con una cuota mínima del 65% en trenes Interurbanos y del 73% en los de Larga Distancia y Alta Velocidad. Por eso, la protesta se expresaría, principalmente, en el retraso del servicio de trenes respecto al horario previsto. Además, no iban a salir a las vías una cuarta parte de convoyes en la hora punta, ni la mitad de ellos durante el resto del día.
Para conseguir la cancelación del paro, la ministra de Fomento de España, Ana Pastor, llamó a los responsables de la CGT para citarles a una reunión y según el sindicato la ministra está “de acuerdo con sus planteamientos”. Los sindicatos respondieron con la desconvocatoria del paro como un “gesto de buena voluntad”. Afirmaron que el objetivo de su movilización era que las autoridades atendieran las reivindicaciones sindicales en la negociación de los convenios colectivos para Renfe y Adif (las dos empresas ferroviarias públicas). Además piden que Renfe siga siendo el operador ferroviario en las cercanías y media distancia de Cataluña, ya que a partir del 2012, el contrato programa que lo garantiza dejará de estar vigente.
Más paros en Iberia
Por su parte, los pilotos de Iberia postergaron su impopular paro, al convocar otras dos jornadas de huelga para los días 9 y 11 de enero. El sindicato Sepla organizó un paro laboral el pasado día 18 y otro este jueves en protesta por la creación de la aerolínea de bajo coste Iberia Express que, según sospechan los pilotos, podría dejar a muchos de ellos sin trabajo.
Aunque está pospuesta, la movilización no deja de ser inevitable, ya que a juicio de los líderes sindicales, “la empresa no ha querido escucharles” cuando intentaban negociar sus exigencias con la administración para poder desconvocar las protestas.
En vísperas de ambas huelgas, los clientes más fieles tanto de la operadora de ferrocarriles como de la línea aérea, habían encontrado en su buzón de correo electrónico anuncios publicitarios sobre las mejores condiciones de alquiler de coches. En esta ocasión particular el envío masivo podría resultar muy útil, en vista de un venidero colapso del transporte público, por lo que es conveniente no borrar aún esos prácticos mensajes.