La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se reúnen por primera vez este año en Berlín para discutir, entre otros temas, un polémico impuesto a las transacciones financieras, la ‘tasa Tobin’. Pero algunos expertos consideran que con esto, los líderes europeos intentan desviar la atención de los problemas sociales derivados de la crisis de la zona euro.
Aunque se planea que Merkel y Sarkozy traten también el tema de la creación de empleos y las medidas para salvar a la moneda común europea, uno de los asuntos principales será la ‘tasa Tobin’. Mientras París está dispuesto a implantar el impuesto de forma individual, Berlín apuesta por un acuerdo con otros países europeos. Antes de la cumbre extraordinaria de la UE, el próximo 30 de enero, Merkel y Sarkozy buscan concordar sus posturas ya que la medida tiene muchos opositores y causa inquietud en el sector financiero.
Pero en realidad, la polémica en torno a este impuesto es inventada, de acuerdo con las declaraciones a RT del economista Mikel Noval. “Los políticos tratan de poner sobre la mesa un debate que oculte las verdaderas cuestiones” que necesita discutir Europa para salir de la crisis y para mejorar las condiciones de vida y de trabajo.
En primer lugar, están las políticas de recortes que provocan huelgas y protestas sociales, también porque a menudo afectan sólo a la población y no a los dirigentes europeos.
Otro tema candente para la UE, es el futuro del euro. “Mientras en Europa unos países traten de ganar en relación a otros en lugar de desarrollar políticas sociales, el euro no tiene futuro” y no se puede decir con certeza si sobrevivirá a 2012, según opina Mikel Noval.