El producto interior bruto (PIB) de Alemania creció en 2011 un 3%, confirmando su fuerza económica en Europa a pesar de la crisis financiera que arrasa la región.
Sin embargo, los problemas de la zona euro también se reflejaron en el crecimiento de la economía alemana que disminuyó el 0,25% en el cuarto trimestre de 2011, fijando el PIB anual en un nivel más bajo que el de hace un año (3,7% en 2010). Debido a una tendencia negativa común para Europa, distintos institutos de estudios económicos alemanes pronostican el aumento del PIB germano de 2012 en solo un 0,5%.
¿Podría Alemania sacar tajada de la crisis europea?
Por otro lado, algunos expertos señalan que siendo uno de los grandes exportadores europeos, el país incluso puede aprovecharse de la crisis: “Alemania se siente cómoda con el curso débil del euro que favorece a su economía exportadora, mientras que a los países del sur de Europa este hecho les lleva a un callejón sin salida”, apunta el profesor titular de política económica de la Universidad de Castilla-La Mancha Gregorio López Sanz.
El poder económico e industrial de Alemania le permite emplear sus enormes recursos también para ejercer influencia política. Recientemente Berlín y París pretenden liderar la búsqueda de una solución para Europa a través de una mayor disciplina presupuestaria y una tasa a las transacciones financieras.
Y mientras países como Irlanda, Grecia, Italia o España están aplicando medidas de austeridad para recibir ayuda de la Unión Europea, naciones más poderosas como el Reino Unido, no están dispuestas a plegarse a las exigencias franco-germanas.