India ha comprado petróleo a Irán, realizando el pago mediante oro y para ello ha involucrado en la transacción a dos bancos que no tienen negocios con EE. UU., y por lo tanto, menos vulnerables a las sanciones interpuestas por la UE.
En particular, se trata del banco indio UCO y la entidad estatal de Turquía Halkbank, según reza un informe no oficial citado por fuentes occidentales.
Los expertos indican que tales acuerdos podrían dañar seriamente la reputación del dólar.
“Esto (la transacción) nos pone de manifiesto que el dólar está perdiendo cada vez más su papel hegemónico e imperial que ha tenido hasta estos momentos y por lo tanto EE. UU. está nervioso porque las consecuencias de una devaluación del dólar para su economía interior podrían ser muy importantes”, dijo a RT Alberto Montero Soler, presidente de la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales.
Los detalles sobre el intercambio de oro por petróleo salieron a la luz luego que funcionarios de la UE anunciaran un embargo de petróleo a Irán a partir del 1 de julio.
Afemás, el uso de oro para comprar crudo tendrá consecuencias positivas para el metal precioso, si se confirma este informe y sobre todo si esta 'política' se traslada a China, la segunda economía mundial. La transacción ampliaría el rol del oro como un medio de pago, y a medio plazo puede provocar un alza de precios del metal, consolidando aún más su posición.
En este contexto, el precio del petróleo se convierte en un tornasol de la economía mundial. Por el momento los mercados reaccionan con calma.
Pero si Irán no encuentra rápidamente un reemplazo en el mercado mundial para los importadores europeos puede perder este año entre 5.000 y 10.000 millones de dólares, según dice el analista petrolero Trevor Houser, socio de la firma de investigación Rhodium Group en Nueva York.
Europa consume diariamente 600.000 barriles de petróleo iraní, más de una cuarta parte de las exportaciones del país persa. Los principales consumidores del combustible iraní en la Unión Europea son los miembros más afectados por la crisis financiera: Grecia, Italia y España.
Ahora Teherán clava la vista en Asia, donde los principales importadores son China e India.