Estados Unidos planea reducir en 286 unidades el número de sus aviones y drones en los próximos años como parte del ajuste de su presupuesto militar, informó este viernes Michael Donley, ministro de la Fuerza Aérea.
Según Donley, el plan contempla la reducción de siete escuadrones, seis de cazas y uno de entrenamiento. Paralelamente, se informa de la liquidación de cinco escuadrones de aviones de ataque a tierra A-10 Thunderbolt II.
“Tuvimos que tomar decisiones complicadas para cumplir los requerimientos referentes a los ajustes presupuestarios”, señaló Donley en referencia al año fiscal 2013.
“La mejor solución para nosotros es hacernos más pequeños para mantener las unidades mejor preparadas y equipadas y seguir modernizándolas”, dijo.
Según el ministro, 123 aviones de combate, 133 aeronaves de transporte y 30 aparatos que se usan para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento serán dados de baja.
Las reducciones de personal afectan a 3.900 cargos en activo, 5.100 puestos en la aviación de la Guardia Nacional y 900 en la reserva de la Fuerza Aérea. Actualmente la plantilla de la Fuerza Aérea cuenta con 510.000 efectivos.
En particular serán dados de baja 102 aviones de ataque А-10 (se mantienen en servicio 246) y 21 modelos antiguos de caza F-16 en correspondencia con la menor cantidad de tropas terrestres que van a apoyar. Asimismo serán retirados 18 drones pesados Global Hawk y 11 aviones espía RC-26.
“El creciente coste del programa [de Global Hawk] ha sobrepasado el nivel que podemos tolerar. Nos gusta su capacidad, pero no a toda costa. Tenemos una buena alternativa con los U-2 [el avión-espía tripulado que vuela a mayor altura]. Vamos a mantener los Global Hawk Block 20, importantes para las comunicaciones e intentaremos comprar Block 40 con indicador de movimientos de blancos en tierra”, aclaró Donley.
La reducción no se extenderá a los programas de modernización, aclaró el ministro.
Con respecto al costoso programa de cazas multifuncionales de quinta generación F-35 Joint Strike Fighter, el ministro confirmó que se ha detenido el programa de fabricación, pero que no se ha modificado lo que atañe al número total de la flota. "La decisión al respecto se tomará a partir de 2020, cuando su producción alcance las 1.000-1.600 aeronaves”, precisó.
La propuesta del mando supremo de la Fuerza Aérea se traducirá en un ahorro de 8.700 millones de dólares en los próximos cinco años.