Grecia pende de un alfiler
Grecia cuelga de un alfiler. El país heleno negocia con los tres principales prestamistas internacionales y tenedores de bonos privados para recibir un segundo paquete de rescate a cambio de imponer nuevas y drásticas medidas de ahorro.
Grecia, colonización económica de la UE
La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo quedaron frutrados por la forma en que Grecia implementó los acuerdos anteriores. Ahora requieren que las reformas que exigen tengan la aprobación de todos los partidos políticos más importantes del país.
La exigencia de estas medidas de austeridad a cambio de un rescate por 130,000 millones de euros, se han vuelto prioritarias, pues Grecia intenta evitar caer en la desordenada moratoria.
Mientras tanto, los analistas no confían en la eficacia de los requerimientos de la UE y los consideran una manera de colonizar al país heleno.
“Ninguna de estas medidas va a traer un alivio a la situación que está padeciendo la población griega. Son medidas económicamente ineficaces. Únicamente tienen como misión reforzar el dominio político que las instituciones de la UE y a través de ellas los mercados financieros tienen sobre Grecia, que en estos momentos está sometida a la intervención, la colonización sin tanques, pero colonización al fin y al cabo”, dijo a RT el periodista Jónatham Moriche.
Hasta ahora, los principales partidos helenos no han puesto de acuerdo sobre medidas concretas. En particular,en lo referente a la reducción de los salarios del sector privado. Según sus representantes, estas disposiciones sólo ahondarán en la miseria, traerán más recesión y provocarán una grave reacción contra los gobiernos.
El segundón eterno
En general, las negociaciones se realizan con dificultades y en el filo de la navaja.
El próximo 20 de marzo, Grecia tendrá que pagar 14,000 millones de euros de su deuda. En abril se realizarán las elecciones parlamentarias en el país, lo que añade dramatismo a las negociaciones. En particular, sigue sin resolución la participación en el rescate del Banco Central Europeo, que tiene bonos griegos por varias decenas de miles de millones de euros.
En el curso del programa presupuestal actual Grecia no ha logrado acordar parámetros con los acreedores y el déficit presupuestario del país sigue siendo cerca del 10% del PIB.
La UE muestra signos de insatisfacción con la manera en que Atenas hace frente a sus problemas económicos y financieros y demanda garantías de que el nuevo programa será ejecutado.
Los acreedores oficiales no están dispuestos a aprobar un acuerdo con los acreedores privados para condonar las deudas de Grecia hasta que se alcance un acuerdo común sobre el programa económico.