El Fondo Monetario Internacional (FMI) decidió renunciar a su representante en Argentina y eliminar su oficina del país a causa de la falta de vínculos financieros y técnicos, según fuentes ligadas a la entidad que lidera Christine Lagarde y citadas por La Nación.
Ahora el país solo contará con un economista de la institución internacional y la relación formal con la entidad se realizará desde Perú. Este es uno más en la larga lista de desencuentros entre el FMI y el país latinoamericano, que se inició con el cese de relaciones por seis meses de 1994, durante el gobierno de Carlos Menem.
Las fuentes no especificaron razones concretas, ni hicieron alusión a problemas de comunicación con el Gobierno kirchnerista. Sin embargo, señalaron que la estrategia del FMI a partir de la agudización de la crisis internacional, busca reorientar sus recursos humanos y materiales concentrándolos en países donde el organismo tiene programas de asistencia financiera o técnica.
Según La Nación, el “enroque” se hace para colocar en Europa algunas de las oficinas que se cierran en América Latina. El último programa de la entidad en Argentina concluyó en noviembre de 2001, cuando el FMI dejó de prestar apoyo al país ante la certeza de que su derrumbe financiero era inminente.
En 2005, el presidente Néstor Kirchner anuló la totalidad de la deuda del Gobierno con el organismo, presentándolo como un gesto de independencia política, lo que provocó fricciones entre la entidad y Argentina.
El último capítulo de la relación empezó en 2010, cuando otros países del directorio pidieron sancionar al Gobierno por no revelar estadísticas ni “transparentes” ni “adecuadas a los estándares internacionales", informa La Nación, lo que obligó a la presidenta Cristina Kirchner a la firma de un convenio de cooperación técnica entre el FMI y el Indec para mejorar la calidad de las estadísticas argentinas.
Además, el Gobierno accedió a que este año se efectúe la revisión del sistema financiero local (FSAP, según sus siglas en inglés), que también realiza el FMI entre sus miembros y que se suspendió. Argentina, el único país del G-20 que no cumple con estos compromisos, critica fuertemente las recomendaciones de ajuste fiscal y el poco poder de los países emergentes en el FMI.