La canciller alemana, Ángela Merkel, y el primer ministro italiano, Mario Monti, apostaron hoy por el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo en la Unión Europea (UE), una vez que la fase "más aguda" de la crisis financiera parece haber pasado.
"Nos hemos detenido sobre el hecho de que en esta fase de la vida europea en la que la crisis financiera más aguda parece superada no nos podemos relajar ni desde el punto de vista interno, por lo que cada país tiene que atender a una mayor competitividad, equilibrio y crecimiento, ni desde el de las políticas europeas", comentó Monti en una rueda de prensa al término de su encuentro en Roma.
Agregó que, "de hecho, tras la firma del pacto fiscal, es necesario que la UE entre en una fase en la que preste atención al crecimiento y la ocupación, sobre todo de la juventud".
En este sentido, Merkel apuntó que Europa deberá centrarse en los próximos años en tres puntos: la competitividad, sobre todo ante potencias pujantes como China o la India; el mercado laboral, en especial el juvenil, y la consolidación fiscal, para evitar "el riesgo de endeudamiento y la especulación de los mercados".
"Europa ha recorrido en términos generales una buena parte del camino, pero no ha llegado aún a la cima. Habrá otros obstáculos y montañas que habrá que superar en los próximos años y tendremos que actuar de nuevo. Todo cambia rápidamente y cada país de la UE tendrá que esforzarse", comentó la canciller alemana.
"La crisis del euro nos ha puesto delante de los ojos las debilidades de Europa y los puntos flacos que hay que intentar eliminar", dijo Merkel, quien calificó de "valientes" las reformas económicas acometidas por Monti desde que sustituyó al dimisionario Silvio Berlusconi el pasado noviembre.
Monti y Merkel abordaron, además, el asunto de la llamada 'Tobin tax', la tasa sobre las transacciones financieras sobre la que esperan llevar una propuesta común a Europa antes de que termine este mes, y para la que, según la canciller alemana, "se están explorando todas las posibilidades".
Los jefes de Gobierno de Italia y Alemania expresaron, además, su preocupación por los planes nucleares de Irán y por la crisis siria, algo para lo que, dijo Merkel, es "alarmantemente triste" que aún no se haya encontrado una solución.