Todo tiene su precio, sobre todo si se trata de grandes sumas de dinero. No en vano, según un estudio de CFA Magazine, un 10% de las personas que trabajan en Wall Street podrían ser psicópatas.
Este trastorno puede pasar desapercibido para el entorno del enfermo. “Un psicópata que trabaja en la esfera de finanzas puede ser un compañero de equipo ideal, un candidato a un puesto, un director general, un gerente, ya que sus características destructivas son prácticamente invisibles durante las horas de trabajo”, reza el artículo, que recoge las opiniones de terapeutas y psicológos.
El "hambre de riesgo" podría parecer, a simple vista, una característica necesaria para un empleado de Wall Street ya que, según la opinión generalizada, el espíritu aventurero contribuye al éxito en el ámbito financiero. Sin embargo, los terapeutas sugieren que a las personalidades psicopáticas no les interesa éxito, sino el proceso de su obtención, durante el cual liberan las así llamadas hormonas de la felicidad: la serotonina y las endorfinas.
Parte de los psicólogos argumenta que los rasgos clave para alcanzar el éxito como corredores de bolsa, financieros o políticos son rasgos típicos de los psicópatas. Anteriormente ya se reveló que aproximadamente el 4% de todos los gerentes poseen distorsiones psicológicas, lo que les ayuda a prosperar.
Además, los empleados de Wall Street son propensos a sufrir enfermedades mentales, alcoholismo, insomnio, trastornos de la alimentación, así como otras enfermedades relacionadas con el estrés. Los corredores de bolsa experimentan depresión clínica con una frecuencia tres veces mayor que la población general.
El trabajo en el mercado de valores también puede provocar a los psicópatas reacciones patológicas vinculadas con el juego de azar e impulsarles a realizar acciones ilegales como el robo y el fraude.