Los turistas españoles ya no podrán viajar a Brasil solamente con el bañador y el pasaporte en el bolsillo. Las autoridades brasileñas han puesto en vigor unas normas de entrada más exigentes, que consideran como recíprocas respecto a las que aplica Madrid.
A partir de este lunes los súbditos de España deberán presentar a los guardafronteras brasileños el billete de regreso con fecha confirmada y demostrar que disponen de recursos económicos suficientes para la estancia prevista en el país. Además se exige que tengan una reserva de hotel u otro justificante y un pasaporte con validez mínima de seis meses. Lo único que no cambia es la posibilidad de viajar sin obtener un visado para entrar al país sudamericano.
Los pasajeros de los primeros vuelos de Madrid a Sao Paolo realizados desde la entrada en vigor de los nuevos requisitos aseguraron a la prensa que habían presentado los documentos necesarios en el momento de embarcar, pero que nadie se los pidió en el lugar de destino. La medida había sido anunciada con antelación y, según la Cancillería de Brasil, podría ser cancelada en cualquier momento, siempre y cuando España suavice sus exigencias hacia los brasileños.