La recaudación de los cines rusos en 2009 fue de unos 23.000 millones de rublos, o más de 738 millones de dólares, según los datos anunciados el viernes en la rueda de prensa del 80º Mercado de Cine Internacional de Rusia, que se celebró en Moscú desde el 29 de noviembre hasta el 4 de diciembre. Según el jefe de la agencia Planeta Inform, Dmitri Litvínov, se han estrenado 355 películas este año, de las que 88 son rusas.
En lo que va de año casi 140 millones de personas han ido al cine y el precio promedio de una entrada es de 165 rublos (algo más de cinco dólares). “El índice de la dinámica del número de espectadores, que suele ser el más importante, es alentador y bastante alto. La situación la salvaron en gran parte las superproducciones estadounidenses de verano. Y todas las cifras indican que tampoco veremos un descenso el año que viene”, dijo Litvínov.
Comentó que la animación Ice Age fue la película más taquillera y la más vista por el público. El cine catástrofe 2012 no lo fue en la taquilla y se situó en el segundo puesto. Es para alegrarse, continuó Litvínov, que de los diez líderes de la taquilla, cinco películas fueran rusas. Son Obitayemy Ostov (Isla Habitada), Taras Bulba, Kaníkuly Strógogo Rezhima (Vacaciones de Máxima Seguridad), Lyubov-Morkov 2 y Stilyagi.
Además, recalcó Litvínov, es importante que esas películas recibieran el apoyo de las cadenas de televisión. La recaudación total de las películas rusas, que fueron vistas por 35 millones de televidentes, fue de 5.500 millones de rublos -unos 176 millones de dólares-. “Creíamos que la crisis afectaría más a la industria de cine rusa, pero resultó menos afligida que las demás. La causa más probable es que el cine quizá es una forma más asequible de ocio para la gente que, por ejemplo, los conciertos o restaurantes”, supuso Litvínov.