La Francia de Hollande, ¿una 'guillotina' para el dólar?
La llegada de François Hollande a la presidencia en Francia podría marcar el inicio de un nuevo sistema financiero mundial, con un París en estrecha colaboración con los países del bloque BRICS, y sin el dólar como moneda de reserva mundial, afirman los expertos.
El periodista independiente de 'Asia Times', Pepe Escobar, pronostica un choque entre Francia y EE. UU. en lo que se refiere a sus respectivas concepciones de la política económica, sobre todo por el deseo de François Hollande de colaborar con el bloque BRICS.
"Hollande quiere una alianza estratégica con los países BRICS, especialmente Brasil, China, Rusia y la India. La primera impresión de Pekín es que el país puede hacer negocios con este hombre" mejor que con Sarkozy, que era "completamente impredecible y arrogante", comenta Pepe Escobar a RT.
“Aquí es donde Obama y Hollande chocarán de frente. A pesar de las simpatías de Obama por Hollande y para la izquierda en Francia y para la izquierda en Europa, en general, Hollande quiere una renegociación de los acuerdos financieros en el mundo, lo que significa el fin del dólar estadounidense como moneda de reserva. Los países BRICS quieren lo mismo”, agregó.
Hollande acaba de derrotar a Nicolas Sarkozy en la segunda vuelta presidencial, mientras en el país se multiplican problemas económicos, tales como la pérdida de competitividad, la alta deuda, el bajo ranking de la deuda soberana, etc.
Todo esto pone el peligro las actuales medidas de la lucha contra la crisis de la zona euro. Durante la campaña electoral, Hollande se comprometió a revisar el pacto fiscal de la UE, según el cual un país será automáticamente penalizado por exceder el nivel establecido de déficit presupuestario. También se comprometió a revisar las competencias del Banco Central Europeo (BCE) y a defender los eurobonos. Todas estas iniciativas son bastante razonables, afirman los expertos, pero su apoyo representa una amenaza contra la unión franco-alemana. La canciller Angela Merkel ya ha invitado a Hollande a Berlín para mantener conversaciones.
“Las medidas que figuran en su programa siguen en principio una estrategia clásica: el crecimiento solamente se consigue a través de la inversión y mediante el apoyo de medidas que proporcionan trabajo y que cubren las necesidades de la gente. En este sentido las medidas que él propone históricamente siempre han sido muy efectivas. El problema es el pacto fiscal europeo y el modelo que está dirigido por Alemania, que es muy restrictivo de este tipo de medidas”, dijo a RT el politólogo y sociólogo Pedro García Bilbao.