Según Marina Yannakoudakis, integrante del Partido Conservador del Parlamento Europeo, “se trata de una suma enorme. Es probablemente la misma que una compañía pagaría por contratar a un ejecutivo, por ejemplo en Microsoft”.
“Eso de ninguna manera se puede defender. ¿A qué se debe que estas historias sigan emergiendo? Yo creo con toda sinceridad que a las autoridades de la Unión Europea realmente no les importa nada. Ellos pueden decir ciertas cosas, pero al final siempre están pidiendo más dinero año tras año”, sostiene Pieter Cleppe, activista de Open Europe, grupo con sede en Londres.
Competencia por un futuro mejor
La Unión Europea es un coloso del sistema político moderno y para que funcione sin fallos requiere los servicios de miles de personas. Además, el trabajo en sus organismos promete ingresos altos, un horario favorable y grandes perspectivas de carrera. Por eso no es ninguna sorpresa que miles de candidatos compitan por obtener puestos permanentes en esas instituciones.
Actualmente, la Comisión de la Unión Europea pide para el año 2013 un aumento del 6,8 % en su presupuesto, que alcanza ya 138.000 millones de euros. De ellos, unos 23 millones serán asignados a la Oficina de Selección de Personal.
Más dinero, menos trabajo
Una vez elegidos los posibles empleados se les incluye en una lista de reserva que durante un año se usará para completar el personal de diferentes instituciones de la Unión.
“Si tu mantienes a gente en una lista de reserva, la lista es válida solo por un determinado tiempo porque después esta gente puede encontrar trabajo. Entonces ¿dónde está el valor agregado?”, sostiene Yannakoudakis.
Por su parte, Agne Martikoniene, jefe de la Oficina Europea de Selección de Personal, afirma que “el costo de contratar a gente que no es idónea podría ser mucho mayor. Necesitamos también seleccionar personal de acuerdo a una base geográfica lo más amplia posible. Tenemos que estar seguros que figuren personas de todos los países de la Unión Europea. Eso tiene un costo adicional”.
Y mientras algunos representantes de la Unión Europea reclaman a otras organizaciones internacionales que sus gastos de personal son elevados, los europeos parecen tener solo dos opciones: o aplicar para entrar a la lista de futuros empleados o apretarse más los cinturones.