La Cámara de Representantes del Congreso de EE. UU. aprobó el proyecto de ley que reformará el sistema financiero estadounidense de la forma más radical desde la Gran Depresión de la década de 1930.
El proyecto implica vigilar estrictamente el riesgo sistémico de la economía, los fondos de cobertura y crear una agencia de protección de los clientes de productos financieros. Al mismo tiempo, propone una supervisión más amplia a la Reserva Federal —el Banco Central estadounidense— por parte del Congreso. El Gobierno se revestiría de facultades para cerrar empresas que amenacen a la economía nacional.
En la votación que tuvo lugar en la Cámara baja, todos los representantes republicanos votaron en contra del proyecto, preocupados por la posibilidad de que la nueva ley estableciera excesivos controles en el sector financiero que afectaran la rentabilidad de los negocios.
El mismo presidente Barack Obama, tras regresar de Oslo donde le fue entregado el Premio Nobel de la Paz, expresó su satisfacción con los resultados de la votación, calificándolos como un “paso importante” hacia la creación de “un sistema financiero más fuerte y estable con mejor protección para los consumidores y los inversionistas”. Dijo también que esta reforma ayudará a evitar el empeoramiento de la crisis financiera y económica.
Se espera que el Senado, la Cámara alta del Congreso, empiece a discutir el proyecto de ley en el primer trimestre de 2010 para que luego pueda ser firmado por el Presidente.