Los consorcios rusos Gazprom Nafta y Lukoil ganaron los concursos de explotación de yacimientos petrolíferos iraquíes en la segunda ronda de adjudicaciones organizada por el Gobierno de Bagdad. El ministro iraquí del Petróleo, Husein Shahrastan, anunció que se concedió el desarrollo del campo Badra, cuyas reservas integran 100 millones de barriles, al consorcio encabezado por Gazprom Nafta. El consorcio está integrado por la turca TRAO, la surcoreana Kogas y la malaya Petronas, que tras presentar una oferta de 6 dólares el barril, acordaron con las autoridades iraquíes reducirla a 5,5 dólares. Se prevé que el techo de la extracción se situará en 170.000 barriles al día.
La rusa Lukoil y el grupo noruego Statoil explotarán el desarrollo de uno de los mayores yacimientos petroleros de Irak, West-Qurna 2, con unas reservas valoradas en más de 12.500 millones de barriles. Las dos compañías presentaron una oferta de 1,15 dólares el barril con el objetivo de generar 1,8 millones de barriles diarios en seis años.
Estos permisos se concedieron en la segunda ronda de adjudicaciones, en la que estaba en juego el desarrollo de diez campos de petróleo y gas de Irak con la participación de 44 empresas internacionales.
El desarrollo de los yacimientos petroleros en Irak producirá un total de 7 millones de barriles de "oro negro" al día en los próximos seis años, lo que es tres veces más que la producción actual, según informa la agencia Efe.
El año pasado, Irak dio el primer paso para que las grandes petroleras vuelvan al país, invitando a 35 empresas para competir por varios yacimientos de petróleo y gas, entre ellas a la hispano-argentina Repsol-YPF.
El anuncio del concurso fue un giro significativo en la política del Ejecutivo iraquí, y se produjo 37 años después de que el antiguo régimen del ex partido gobernante Baaz nacionalizara la industria petrolera, en junio de 1972.