Según el documento, Facebook ha sido negligente haciendo pronósticos para su negocio y tuvo que corregir las cifras luego. Sin embargo, según los autores de la demanda, en vísperas de la salida de las acciones al mercado, los bancos suministraron esta información solo a unos inversionistas ‘privilegiados’, en vez de hacerla accesible para el público general como prescribe la legislación. Insisten en que esto ha causado "una reducción severa y pronunciada" de las acciones y ha traído pérdidas significativas a los inversionistas no profesionales.
Por su parte, los representantes del banco estadounidense Morgan Stanley, uno de los organizadores de una oferta pública de venta (OPV), declararon que no tienen nada que ver con la caída de las acciones de Facebook en la bolsa de valores NASDAQ.
La caída se produjo durante el segundo día de negociación y continuó durante el tercero: los valores se redujeron en aproximadamente un 9%. Entre las razones del declive podrían estar las declaraciones del analista de Morgan, Stanley Scott Devitt, que antes del estreno bursátil de la red social habló de una posible disminución de los ingresos de la red social, lo que obligó a los inversores potenciales a renunciar a las acciones.
Además, antes de la salida a bolsa de la red, General Motors confirmó que no cooperará con Facebook. Dicha asociación habría generado en la red social unos 10 millones de dólares en ingresos anuales.
Facebook, a su vez, negó todas las acusaciones. Comentó que está segura de que el pleito no tiene fundamento y que se va a defender “rotundamente”.