El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha descartado en una rueda de prensa extraordinaria el rescate de la banca española y ha pedido a Europa un mensaje claro en defensa del euro y una respuesta contundente en torno a la sostenibilidad de la deuda.
La situación de Bankia, la entidad financiera nacionalizada este mes, ha protagonizado gran parte de la comparecencia llevada a cabo esta mañana en Madrid. El líder popular ha dicho que no va a permitir que ningún banco español caiga porque eso supondría la caída del país.
Según apuntó Rajoy, el único objetivo del rescate de Bankia por parte del Gobierno español es proteger el ahorro de los españoles, sanear la entidad y devolver la confianza de los inversores.
Sin embargo, algunos expertos opinan que la nacionalización podría reducir las condiciones de vida de la población de España a niveles tercermundistas.
Cabe señalar que este fin de semana, Bankia presentó su plan de saneamiento para el cual necesitaría una inyección de 19.000 millones de euros, una ayuda récord del Estado, a los que habría que sumar la primera ayuda pública ya inyectada de más de 4.000 millones, lo que supone en total una media de 500 euros por cada español.
El Gobierno insiste en que está estudiando ese plan de rescate cuidadosamente y señala que no quiere que afecte a los presupuestos generales ni a la deuda. Además, Rajoy ha afirmado que la subida de la prima de riesgo, que actualmente supera los 500 puntos básicos, un récord histórico, no depende del rescate de Bankia, ni de la situación del sistema financiero.
No obstante, las palabras del presidente no se corresponden con la respuesta de los mercados, ya que junto con el nuevo máximo histórico de la prima de riesgo del país, la bolsa española ha cerrado hoy con un descenso del 2,17%, situándose a niveles de mayo de 2003.