Según Dewhirst, en caso de la salida de Grecia de la eurozona, el sistema bancario griego se cerraría por una semana y se crearía una nueva moneda. Sin embargo, el experto considera que el dracma, moneda de Grecia hasta el 1 de enero de 2002, no sería la moneda ideal, sino el Geuro (nombre dado a una posible moneda paralela griega). Aunque la mayoría de la población griega quiere mantenerse en la moneda única.
"Los miembros más débiles como España, Italia, Irlanda y Portugal recibirían un mecanismo de apoyo masivo. Los alemanes prestarían apoyo al resto de los países, pero ya no a los griegos", enfatizó Dewhirst en la entrevista.
Posibles consecuencias
De acuerdo con los datos del Fondo Monetario Internacional, la salida de Grecia de la eurozona contraería hasta un 10% el Producto Interno Bruto del país en un año. A España le costaría hasta 39 500 millones de euros, según un estudio elaborado por una escuela de negocios francesa.
El análisis calcula que si Grecia abandona la moneda única, gran parte de su deuda soberana quedaría impagada, lo que provocaría importantes pérdidas para otros países de la eurozona. Grecia tendría la necesidad de crear una nueva moneda o regresar al dracma, algo que la obligaría a desligarse de la política monetaria europea.
Las deudas acumuladas por las empresas durante décadas hacen cerrar decenas de negocios y perder centenares de empleos cada día. Muchos creen que la mejor solución es la salida de Grecia de la UE, sin embargo puede que no lo sea.