En su comparecencia ante los periodistas de este viernes en la Casa Blanca, el presidente subrayó que Europa necesita “duras reformas” y aseguró que para ello “tiene el apoyo de EE. UU.”. Al mismo tiempo, destacó que no se puede dejar de invertir en las cosas que se necesitan para crecer.
Según el mandatario, en algunos países de Europa la austeridad está acelerando la espiral hacia la recesión. "España e Italia están embarcados en reformas estructurales, desde la recaudación de impuestos a reformas del mercado laboral, que todo el mundo cree necesarias. Pero esas reformas necesitan un poco de espacio y de tiempo para tener éxito. No todo puede ser recortado, recortado y recortado, mientras el desempleo crece. Si la gente cada vez compra menos porque sienten una enorme presión, irónicamente eso va a hacer más difícil que esas reformas lleguen a tener resultados", acentuó.
Realizar excesiva austeridad demasiado rápidamente amenaza con crear un círculo vicioso, opina Obama. El desempleo debilita la demanda, lo que elimina el deseo de las empresas de contratar. La subida del desempleo hará mucho más difícil pagar las deudas, a lo que reaccionarán los mercados que empezarán a subir los tipos de interés y así la vida se hará mucho más dura.
El mandatario estadounidense solicitó de los líderes europeos "acciones claras" para "evitar que la situación empeore". Junto a las medidas para lidiar con la deuda y las finanzas públicas, pidió que demostraran alguna flexibilidad y vieran cómo promover el crecimiento y conseguir que los ciudadanos compren más para recuperar confianza y optimismo. Insistió, entre otras cosas, en la necesidad de fortalecer el sistema bancario, inyectando capital en los bancos débiles.