La economía mundial evitó a duras penas una depresión como en la década de 1930 y ahora se espera que comience a crecer nuevamente en 2010, encabezada por Asia.
Entre las naciones industrializadas, Estados Unidos muestra indicios de que se estabiliza su sistema financiero y su mercado laboral, y encara un panorama más alentador que el de Europa, donde persiste un alto nivel de desempleo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la producción mundial crecerá un 3,1% el próximo año, impulsada sobre todo por las economías emergentes de países como China y la India.
Hasta finales del 2009, el FMI pronostica un descenso del 1,1% en la producción nacional bruta a nivel mundial, y advierte que todavía hay que corregir muchos problemas, en particular el paro.
Las Naciones Unidas también esperan que la economía vuelva a crecer en el 2010, aunque señala que se mantendrá aún frágil.
En un avance de sus previsiones anuales, que serán publicadas en enero, la ONU dice que el crecimiento será consecuencia de las medidas de estímulo adoptadas por los gobiernos desde finales del 2008, y recomienda que se mantengan estas medidas al menos hasta que surjan indicios claros de que crece el consumo, la inversión privada y el empleo.
El informe de la Organización, elogia el aumento en la producción industrial, la mejoría en las bolsas de valores y un incremento en el comercio internacional.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en su análisis semestral del mes pasado, dijo que la recuperación todavía no es lo suficientemente fuerte como para contener el creciente desempleo, y a lo mejor sólo en el 2011 se logre revertir esta tendencia.
Según expertos de la Asociación Nacional de Economía de Empresas Lynn Rehacer, el próximo año habrá una recuperación del sector de los denominados bienes raíces, con una baja inflación y un aumento en los precios de las acciones.
En Estados Unidos, la recuperación ha estado acompañada de desempleo hasta ahora, pero eso podría cambiar pronto. Mientras que en América Latina, con Brasil y México a la cabeza, se espera un repunte impulsado por las exportaciones y los altos precios de productos como el petróleo y el cobre.