Así, el diferencial entre los intereses del bono alemán a 10 años y su equivalente nacional se situaba en 571,3 puntos básicos -casi 40 unidades más que en la apertura de las operaciones-, lo que se traduce en una rentabilidad del 7,13%.
Al promediar la jornada, la deuda de Alemania a 10 años, que sirve como referencia, alcanzaba un interés del 1,41%, dejando a España con el récord de haber perforado la barrera del 7%, alcanzando el índice más alto desde la entrada en el euro.
El aumento del riesgo español se produce tras la victoria del partido conservador Nueva Democracia en las elecciones legislativas griegas, hecho destacado por el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, como “muy buena noticia" para Grecia, para la UE, para el euro y para su propio país.
Bruselas también expresó su confianza en que la victoria en las elecciones en Grecia conducirá al alivio de las tensiones en los mercados financieros internacionales. Sin embargo, en la práctica ocurrió lo contrario: el grado de riesgo de la deuda española en un primer momento se redujo un poco, pero de nuevo alcanzó una cifra récord.