Tras doce años de pleitos en los tribunales Cuba ganó la batalla legal a Estados Unidos en el denominado "caso Cohiba".
El asunto se remonta a 1992, en pleno auge de la “fiebre” de la venta de tabaco cubano en EE.UU., cuando la tabaquera General Cigar aprovechó la marca Cohiba para lanzar al mercado un nuevo producto benficiándose de la reputación y el valor de los conocidos cigarros isleños.
Ya en 1997 la compañía estadounidense comercializaba cigarros elaborados con tabaco dominicano bajo la marca Cohiba. Una situación que suscitaba innumerables protestas en Cuba que tiene prohibida la venta de sus productos en aquel territorio debido al embargo que mantiene el Gobierno de Washington.
La industria Cubatabaco, originaria del famoso puro, inició de este modo una intensa pelea judicial que duró más de una década y que terminó con el fallo del juez Robert Sweet, de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, por el que veta a General Cigar a continuar usando la firma cubana en el mercado norteamericano. Aunque mientras se resuelve el proceso, la tabacalera ya anunció que continuará con su actividad ilícita.
Según el bufete Rabinowitz Boudin Standard Krinsky & Lieberman, defensores de los intereses habaneros, aún queda por resolverse la demanda por plagio y determinar el montante económico de los beneficios obtenidos por la comercialización de los productos bajo la usurpación de la marca desde 1992.
El despacho también adelantó que existe otro proceso abierto para conseguir la paralización de la producción de los tabacos que General Cigar tiene, de la falsa Cohiba, en la República Dominicana.