“El petróleo iraní continúa comercializándose en los mercados internacionales, solo una parte de éste ha dejado de entrar en los mercados europeos”, declaró. El ministro añadió que Teherán ya ha encontrado a otros compradores aunque no especificó a qué países se refería. Concluyó que los más perjudicados resultarían los propios importadores de petróleo, ya que el bloqueo podría provocar una importante subida de los precios. A su vez, el ministro iraní de Asuntos Económicos y Finanzas, Shamseddin Hosseini, declaró que el único objetivo que persigue Occidente con la imposición de las sanciones es el de “crear un ambiente psicológico tenso en el país”.
El 23 de enero, los ministros de Relaciones Exteriores de los países de la Unión Europea aprobaron nuevas sanciones contra Teherán y fijaron el 1 de julio como el momento en que entrarán en vigor. Este embargo impide a todos los Estados miembros de la UE comprar petróleo iraní, dar cobertura de seguros para los buques con petróleo iraní y suministrar equipamiento para este sector.