Al mismo tiempo los expertos atribuyen la declaración y dura postura de Obama no al deseo de proteger a los fabricantes sino a la campaña presidencial de EE.UU.: el principal oponente del jefe de la Casa Blanca del Partido Republicano, Mitt Romney, ha acusado a la actual administración de ser demasiado blanda hacia China.
Los gravámenes "injustos y competencia desleal por parte de China, según EE.UU., afectan a casi el 80 % de las exportaciones de vehículos estadounidenses a ese país (unas 92.000 unidades) y representan un aumento de unos 3.300 millones de dólares en su precio en el mercado chino.
Las autoridades de China introdujeron aranceles antidumping sobre los automóviles de Estados Unidos con cilindros de 2,5 litros o más, en diciembre de 2011, diciendo que los fabricantes venden los coches para la exportación a un precio más bajo que en EE.UU. Las cuestiones específicas se han planteado a las empresas como Chrysler, BMW, Mercedes-Benz US International, American Honda Motor y Ford Motor.
Medios de comunicación chinos afirman que los aranceles afectan a solo 50.000 vehículos: una gota en el mar de la cantidad total de vehículos que se envían a China.