Una posible salida pasaría por una compra agresiva de la deuda periférica por parte del BCE que cubriera los costos de préstamos de España e Italia, dejando en claro que van a promover "políticas monetarias expansivas". Sin embargo, ello impulsaría la inflación en Alemania y contribuiría a restablecer la competitividad entre Alemania y la periferia.
"Eso puede funcionar... pero va a ser aún muy doloroso", dijo Krugman citado por Business Insider.
No obstante, la opción es poco probable ya que aumenta las presiones inflacionarias en Alemania.
La segunda opción, según Krugman, consistiría en que el BCE soltara completamente todas las palancas de control existentes. En este caso, llegaría a su fin el sistema del euro y el bloque se enfrentaría a una serie de quiebras endémicas de los bancos regionales, y a las salidas masivas de capital y denominación de monedas.
“Parece imposible que los alemanes vayan a permitir que se desintegre un proyecto como este”, opina Krugman.
"Yo diría que está en un 50/50 ... O los alemanes tienen que aceptar algo que consideran inaceptable, o tienen que aceptar algo, la desaparición del euro, que consideran inaceptable".
Pronosticos anteriores del experto no auguraban nada bueno para la Unión Europea. Según Krugman, la pertenencia a la zona euro fue "una mala idea", ya que la economía de los países periféricos son susceptibles de sufrir un "peligro extremo con un resultado difícil” y los recortes presupuestarios no ayudarán a esas naciones.
"Es posible que al final, todos coincidan en que el euro fue un error", dijo el economista el pasado mes de febrero.