La fiebre rusa del oro
Cuatro de cinco fondos de valores que han demostrado la mejor rentabilidad en el mundo en los últimos 10 años están generando su dinero en Rusia, siendo el más rentable de ellos el sueco East Capital Russia, que ha rebasado en más de dos veces el índice de RTS.
El fondo aportó a sus inversores 1524% de ganancias (en balance europeo). Es decir, al invertir unos $10 000, se podría ganar $152 400.
Según evaluaciones de Morningstar, uno de los principales proveedores de información acerca de fondos inversionistas, desde el año 2000 al 15 de diciembre del año en curso el índice de RTS, con que se guía el fondo, creció en el mismo lapso en 697%. En el segundo lugar se ubicó el también sueco HQ Rysslandsfond (962%); en el tercero el finlandés FIM Russia (906%); en el cuarto se sitúa el norteamericano Baring Russia (839%).
East Capital fue creado en 1997 y se especializa en inversiones en los países de Europa del Este. Los activos bajo su administración se evalúan en 3 000 millones de euros ($4,3 mil millones). En su mayoría son valores que se cotizan en la bolsa y cuotas de capital de compañías que no figuran en la oferta pública de venta (OPV/IPO).
El capital propio del fondo East Capital Russia varía en torno a unos $1 500 millones. Según la información divulgada por el fondo, su portafolio cuenta con acciones de Sberbank (8,1%), recibos depositarios de Rosneft (5,6%), acciones de Transneft (4,9%), Gasprom (4,8%), Magnit (4,8%), recibos depositarios de Lukoil (4,7%), acciones del banco VTB (4,6%), Nornickel (3,9%), Surgutneftegas (3,2%) y obligaciones de AFK Sistema (3%).
En 2010 East Capital prevé aumentar sus inversiones directas, sus inversiones en las compañías que se venden en la oferta pública y en el sector inmobiliario. Jacob Grapengiesser, socio de East Capital, está seguro de que Rusia puede superar la crisis antes que los demás Estados de Europa del Este, siendo el único país en la región capaz de prescindir de ayuda externa. Según él, los sectores más atractivos para el fondo son los que están orientados a los consumidores minoristas, como el comercio de vehículos o los créditos hipotecarios.