En los últimos tiempos EE.UU. se ha visto involucrado en varios escándalos relacionados con las actividades de sus principales instituciones financieras. Por ejemplo, se ha sabido que los dirigentes del banco británico Barclays distorsionaron durante mucho tiempo las tasas de interés LIBOR en connivencia con los reguladores, funcionarios de EE.UU. y Reino Unido.
En el caso también han visto involucrados otros 11 bancos internacionales. Según los analistas de Morgan Stanley, el importe total de las pérdidas que sufrirán todos juntos equivale a unos 22.000 millones de dólares.
El cinismo bancario no tiene límites
Los escándalos de esta índole son numerosos. En este contexto, el cinismo de algunos banqueros es simplemente desmesurado, afirman los expertos. Por ejemplo, el banco Goldman Sachs, que hace un par de años fue rescatado gracias a recursos de los contribuyentes estadounidenses, ahora piensa expandirse abriendo una unidad para multimillonarios. De hecho, la entidad prevé que esta unidad sea en el futuro el negocio clave de la organización.
Al mismo tiempo, los funcionarios de la entidad financiera argumentan que la crisis ya es agua pasada, y que en el futuro ya se vislumbra la recuperación económica, mientras que las estadísticas de la economía de EE.UU. y los índices de su deuda muestran lo contrario.
El conocido economista y profesor de la Universidad de Chicago, Luigi Zingales, señala en su columna para la agencia de noticias Bloomberg que estos casos particulares sólo confirman una tesis general: los estándares de hacer negocios en Estados Unidos han caído considerablemente en los últimos años, porque los beneficios reemplazan al código del honor en el mundo financiero.
Wall Street: “Sí, somos corruptos”
Así lo confirma una encuesta reciente entre 500 profesionales de servicios financieros llevada a cabo por el investigador de mercado Populus a instancias de la firma de abogados Labaton Sucharow.
Casi uno de cada cuatro encuestados cree que “los profesionales de los servicios financieros pueden verse obligados a participar en una conducta no ética o ilegal a fin de tener éxito”.
Casi uno de cada tres dijo sentirse "presionado por los planes de bonificación o compensación a la hora de violar la ley o participar en una conducta no ética”.
El 39% de los encuestados de la industria financiera cree que sus competidores "probablemente hayan participado en actividades ilegales o poco éticas con el fin de tener éxito".
Algunos estudios experimentales demuestran que la educación económica afecta a los principios morales de los banqueros. El enfoque hacia la moral en la sociedad estadounidense se ha vuelto demasiado utilitario, lo que desemboca en que todos se interesan sólo por su propio éxito y no por el bien público.
La economía enseña que los beneficios de la delincuencia superan con creces los posibles costes en caso de pena. El aspecto moral no se contempla en las universidades, afirma Zingales.
Además, la tradición occidental de hacer 'lobby' también socava la credibilidad de la legitimidad y del Estado, creen los expertos. Y ya es hora de reconsiderar los ideales de un mercado libre.