Algunos expertos afirman que esta subida agrava los temores de que la crisis alimentaria de 2007-2008, que afectó gravemente a numerosos países pobres, se repita.
De acuerdo con la FAO, el aumento de los precios se debe en gran medida a las lluvias a destiempo en Brasil, la sequía extrema en EE.UU. y los problemas de producción en Rusia.
Así, los precios de los alimentos registraron una aumento del 6% en julio respecto al mes anterior, tras tres meses consecutivos de descensos, según el Índice de Precios de los Alimentos elaborado por la FAO que mide los cambios mensuales en los precios de una cesta de productos básicos a nivel internacional. Con este aumento, dicho índice se sitúa en los 213 puntos.
Aunque el nivel de julio está por debajo del máximo de 238 puntos
alcanzados en febrero de 2011, sí que se acerca a los niveles
registrados durante la crisis alimentaria en 2007-2008, que afectó a las
regiones más pobres del mundo y desembocó en disturbios sociales e inestabilidad política en varios países.
Factores meteorológicos y productivos disparan los precios del maíz, el trigo y el azúcar
Los precios del maíz subieron un 23 % debido a la sequía en EE.UU., lo que repercutió en el incremento del coste del trigo, más demandado por los ganaderos ante la falta del primero. Asimismo, otros factores como los malos resultados de su producción en Rusia también repercutieron en la subida de las cotizaciones del trigo.
Por otra parte, las fuertes lluvias en Brasil afectaron a la recolección de caña de azúcar en este país, el mayor productor mundial de este producto. Como consecuencia, en julio el azúcar subió un 12%.
Además, la FAO recalcó que la escasez de precipitaciones en Australia y el retraso de los monzones en India también influyeron en el alza de estos precios.