En total Italia planea vender 350 edificios cuyo precio total asciende a 42.000 millones de euros. En la primera etapa de venta de las instalaciones de gran valor cultural e histórico, el Gobierno del país espera ganar cerca de 1.500 millones de euros.
Milán, Venecia y Bolonia son algunas de las ciudades que planean combatir la crisis a través de la venta de edificios históricos.
El ideólogo de este proyecto es el ministro de Economía de Italia, Vittorio Grilli. Según su plan, el Estado podría ganar anualmente de 15.000 a 20.000 millones de euros vendiendo algunos bienes inmuebles públicos, muchos de los cuales necesitan ser reparados.
Esta suma equivale al 1% del PIB italiano y, según el ministro, dicha medida podría contribuir a la reducción de la deuda pública de Italia en un 20% en los próximos cinco años. Asimismo la venta de estas propiedades públicas eliminaría los gastos generados por su mantenimiento.
Conforme a los datos del Ministerio de Economía, al Estado le pertenecen bienes inmuebles cuyo valor es de entre 240.000 y 320.000 millones de euros, pero solo el 30% de estos bienes pueden ser vendidos.
En primer lugar los edificios se venderán a fondos de inversión que tendrán que comprometerse a invertir dinero en la modernización de los bienes adquiridos.
Italia no es el primer país europeo que planea vender sus edificios históricos para poder pagar la deuda. En 2011 el Gobierno griego anunció que pondría a la venta parte de sus instalaciones históricas por un valor de 30.000 millones de euros para combatir la crisis. No obstante, los procesos de venta de todos estos activos fueron paralizados antes de las elecciones de junio y todavía no se han reanudado.